Los avicultores conocen los peligros del contagio con el virus de la gripe aviaria y los elevados daños económicos asociados. Por ello, en el pasado semestre invernal tuvieron que ser sacrificadas de emergencia 1,1 millones de aves, solo en la Baja Sajonia.
Bioseguridad en la nave
¡Prohibido el acceso de virus!
Pero no solo hay que proteger las distintas variedades de aves, sino que también los criadores de cerdos han estado y están amenazados gravemente por las repercusiones de la peste porcina africana. Y también en este caso, lo importante es mantener el agente infeccioso lejos de la cabaña porcina, con medidas de protección adecuadas.
La bioseguridad comienza con la regulación del acceso a la nave. Evidentemente, incluso las más férreas medidas de seguridad no serán efectivas si personas no autorizadas pueden acceder a la nave.
Los dispositivos digitales de alarma ayudan: A determinadas horas o tras abandonar la nave, bloquee las entradas al edificio. Con sensores en puertas y de movimiento, el sistema detecta si alguien ha entrado a la nave o a la sala de servicio, y exige a la persona que se identifique con su huella digital en el dispositivo. Esta se compara con las huellas digitales consignadas en el banco de datos.
Si no se puede identificar a la persona, o esta ignora la solicitud de identificación, se activa una alarma, a elegir entre sirena, luces de aviso, llamada de teléfono o SMS al ganadero o a una persona encargada de la seguridad. Con un archivo de registro se puede comprobar posteriormente quién a accedido a la nave y a qué hora.
La entrada de animales extraños en la nave debe evitarse de raíz. Esto incluye también moscas y otros pequeños insectos.
Para dificultarles la entrada en la nave, y reducir así la transmisión de patógenos a través de las conducciones de aire fresco, se ofrecen mosquiteras de malla fina. Los avicultores pueden montarlas en cada entrada de aire con ayuda de una cubierta protectora antilumínica.
Como alternativa, se puede instalar una malla general sobre todas las entradas de aire a lo largo de la nave.
En los últimos años, la filtración del aire de entrada se ha convertido en un factor fundamental para un eficiente concepto de higiene, sobre todo para la protección de valiosas poblaciones de animales, como abuelas y reproductoras.
Los sistemas de filtrado mecánico minimizan el acceso de virus junto al aire fresco. Se montan delante de las entradas de aire, donde atrapan las partículas de polvo contaminadas con virus. Si hasta ahora se habían montado principalmente en naves de cerdos, para protegerlos del virus del PRRS, ahora también se instalan en manejo avícola para proteger del virus H5N1.
Para la elección del concepto de ventilación con filtración del aire de entrada, el sistema de presión constante y presión positiva ha demostrado su eficacia. Aunque este sistema implica mayor inversión que los sistemas convencionales de presión negativa, también aporta la mayor protección posible para los animales. Porque, al contrario que con sistemas de presión negativa, se evita el acceso de aire sin filtrar a través de posibles puntos no del todo estancos de la nave.
Esto no significa, que no sea posible combinar la filtración con un sistema de presión negativa – al contrario. Solamente que el riesgo de incursión de aire fresco no filtrado es mayor.
Para la filtración efectiva del aire fresco hay también diferentes soluciones. Pueden ser, para conducción de aire individual, pequeñas unidades de filtro independientes en cada entrada de pared, o, para conducción de aire centralizada, grandes módulos e incluso paredes de filtro modulares, que están integradas en el edificio. Sobre todo con estas últimas, pueden realizarse conceptos de ventilación que permitan conducciones de aire tanto individuales como centralizadas.
La selección de ventiladores depende de los filtros. Porque no solo deben estar expuestos a la presión diferencial adicional, sino que además deben disponer de suficientes reservas para compensar la suciedad de los filtros. Por ello, son fundamentales los ventiladores de eficiencia energética.
De forma básica se cumple lo siguiente: Cuanto más alta sea la clase de filtro, menor será el riesgo de entrada de un agente patógeno.
Con esto, hay que tener en cuenta que con clases de filtro elevadas, aumenta la pérdida de presión inicial, y con ello también el nivel del coste energético. No hay que olvidar los costes de periodicidad recurrente del cambio de filtros, ya que estos acumulan partículas a lo largo del tiempo de funcionamiento y deben cambiarse antes de alcanzar la máxima presión diferencial permitida.
Para ello debe haber un seguimiento del diferencial de presión, para poder intervenir con tiempo. Si se elige una clase de filtro demasiado pequeña, o se ahorra en la calidad del filtro, el riesgo es una protección insuficiente o un fallo del sistema, que en el peor de los casos puede conducir a una contaminación el lote de animales.
El sistema de filtros, igual que cada componente de climatización, debe estar integrado bajo el control del ordenador climático. Mientras que con ventilación de presión negativa solo deben tenerse en cuenta la pérdida adicional de presión y la integración de la vigilancia, la ventilación de presión positiva exige una regulación más inteligente. El objetivo es, en todo momento, reducir en la nave la cantidad de aire fresco no filtrado a una mínimo absoluto. Esto impone elevadas exigencias a la regulación de climatización, ya que debe estar en posición de asegurar la presión positiva de forma duradera.
Si, por ejemplo, se enciende un ventilador extractor de aire, el ordenador de nave debe reaccionar rápido y regular los ventiladores de entrada de aire. Lo mismo ocurre cuando un empleado abre una puerta de acceso a la nave, o en caso de avería, por ejemplo el fallo de un ventilador. Suena sencillo, pero: Si el comportamiento de regulación no se ajusta exactamente a cada componente individual, puede ocurrir una sobreoscilación o una infraoscilación, y la ventilación no se ajustaría entonces al valor fijado.
La filtración del aire de entrada es un tema complejo y asociado a costes adicionales. Aún así, aumenta fuertemente el número de proyectos internacionales. Junto a Rusia, Sudamérica y China, cada vez más clientes de la región Europa planean o realizan conceptos de higiene con filtración del aire de entrada.
La motivación para una inversión de este tipo depende, a menudo, de si el criador de animales ya ha experimentado en algún momento elevados daños económicos por infecciones víricas. Así mismo, otros ganaderos invierten porque en los alrededores de la propia instalación existe una elevada densidad ganadera, con lo que el riesgo de una infección, a través de aire, aumenta significativamente.
