Se trata de alcanzar condiciones óptimas de climatización en nuestras naves avícolas, obviamente para ofrecer a los animales, en todo momento, su temperatura de confort. Porque solo así se mantienen sanos y pueden sacar el mejor partido a sus capacidades. Según la región y las condiciones climáticas correspondientes, hay dos sistemas de ventilación que han demostrado su eficacia en la práctica: la ventilación túnel y la ventilación lateral. Ambos sistemas tienen ventajas esenciales, aunque éstas pueden transformarse en desventajas según las condiciones. Por ello se ha desarrollado la ventilación combi-túnel, que se recomienda como sistema preferente para cada vez más regiones.
Ventilación túnel, lateral o combi-túnel en nave avícola: ¿Qué y cuándo es mejor?
Compaginar de forma óptima clima y climatización de naves
La ventilación de túnel es el sistema de ventilación más sencillo y más eficiente para conseguir elevadas velocidades de aire a nivel de los animales. Sobre todo con altas temperaturas exteriores, la temperatura percibida por los animales se reduce significativamente gracias a la elevada velocidad del aire en la nave: efecto viento (windchill). Así, los animales pueden emitir al ambiente el calor que les sobra, a pesar de la elevada temperatura y la elevada humedad del aire. Si las temperaturas siguen ascendiendo, la elevada velocidad de aire será insuficiente. Cuando se reduce la diferencia de temperaturas entre el aire exterior y los cuerpos de los animales, ya no se produce efecto refrigerante. Entonces hay que enfriar el aire entrante.
Para ello hay diferentes sistemas de refrigeración, como la nebulización o los paneles Pad-Cooling. Ambos sistemas de refrigeración enfrían el aire entrante lo suficiente como para que el efecto viento (windchill) vuelva a ser lo suficientemente grande. Así puede evitarse siempre el estrés térmico y el rendimiento de los animales permanece en un nivel constantemente alto. La ventilación de túnel es la preferida en regiones cálidas para manejo avícola. Así se evita el estrés térmico y la excesiva toma de agua que esto implica. Los excrementos y la yacija se mantienen secos.
Los ventiladores para extraer aire son el componente más importante. Tienen que luchar contra una considerablemente alta presión en la nave. La contrapresión aumenta cuanto más larga es la nave y más elevada es la velocidad del aire. Solo ventiladores de uso industrial y estables a la presión pueden garantizar el necesario intercambio de aire. La utilización de un cono también es una ventaja, ya que hace a los ventiladores más estables a la presión.
Para obtener suficiente aire nuevo que atraviese la nave, son necesarias grandes aperturas de entrada de túnel en el otro extremo de la nave, en el frontal o cerca. Puede haber cortinas, trampillas de túnel o persianas. Así, el aire fresco puede fluir ampliamente hacia el interior de la nave y desplaza el aire usado de la misma sin mezclarse con él. Con la alta y homogénea velocidad de aire, de 2 a 3 m3/s en la zona de los animales, se produce el deseado efecto viento (windchill).
Si se instalan entradas múltiples, la corriente de aire y su dirección podrán regularse muy bien. Cuando dejan de usarse, en la época fría del año, se cierran de forma segura. Un aislamiento adicional evita pérdidas de temperatura.
El tercer componente importante es el sistema de refrigeración: Además de la refrigeración por nebulización, utilizada con frecuencia en naves de pollos, el sistema de refrigeración con paneles, basado en la evaporación, también es eficiente. En este caso es necesario que los paneles estén fabricados en plástico, y no en celulosa. Solo sobre los paneles plásticos puede utilizarse un limpiador de alta presión, para eliminar los minerales acumulados a lo largo del tiempo, tras la evaporación del agua. Así, la contrapresión para los ventiladores se mantendrá baja de forma duradera.
Además, admiten aguas de baja calidad y tienen una larga vida útil. Solo con paneles de plástico se puede gestionar la dosificación de agua de tal manera, que se refrigere lo necesario y no más. Así, se ahorra agua y se mantiene la nave seca.
La ventilación de túnel sirve para refrescar, y solo para ello debería ser utilizada. Inadecuada es, sobre todo, al principio del ciclo de producción de pollos de engorde y cría-recría de pollitas. Entonces, el aire fresco de entrada masiva es demasiado frío y húmedo para los pequeños animales.
Además, las diferencias de temperatura entre la entrada y la salida de aire son demasiado grandes. Los animales tienen frío, empiezan a peregrinar y aumenta el consumo de alimento, ya que necesitan más energía para su mantenimiento. En estas situaciones podría ser útil la ventilación lateral.
La ventilación lateral es el sistema de ventilación más cómodo para alcanzar temperaturas uniformes en toda la nave. El aire fresco entra simultáneamente a lo largo de toda la nave; las corrientes de aire son guiadas primero a lo largo del techo, para después ocupar en lo posible todo el espacio.
Así, con bajas temperaturas exteriores, el aire frío y húmedo, que entra, puede mezclarse con el aire caliente de la nave antes de llegar a la zona de los animales. Con ello, y al mismo tiempo, se emplea de forma eficiente el calor de los animales y se reduce el consumo de calefacción. El vapor de agua producido por los animales es mejor absorbido por el aire caliente. Se extrae completamente con ventiladores extractores distribuidos, si es posible, por la cumbrera de la nave en forma de chimeneas, y evitando la creación de fuertes movimientos de aire en la zona de los animales.
En regiones en las que con frecuencia se dan bajas temperaturas, la ventilación lateral es el sistema preferido en manejo avícola.
Las entradas de aire son piezas fundamentales en ventilación lateral. Se recomiendan entradas de techo o de pared, de alta calidad, por las que se guía el aire entrante a la nave. Deberán poder abrirse de forma exacta y homogénea, y poder cerrarse herméticamente. Además, es ventajoso un gran rango de regulación, que se alcanzará con la apertura multidiferenciada de las entradas. El objetivo es la generación de una circulación de aire fija y conseguir temperaturas uniformes en la nave, para todos los animales.
Junto al guiado del aire entrante, el segundo aspecto fundamental es el guiado del aire saliente. Si se desea la extracción de aire centralizada, o así está establecida, se utilizarán los ventiladores de túnel del frontal posterior.
Se trata de una solución económica, que también puede tener desventajas, ya que se producen diferencias en la velocidad del aire. Esta aumenta de delante hacia atrás en la nave, y con ello también es diferente la temperatura percibida por los animales.
Por ello se recomienda que, además de entradas de aire individuales, haya también salidas de aire individuales distribuidas a lo largo de la nave, sobre todo para los primeros 2 a 3 m3/h de tasa de aire por animal. Así, se consigue una velocidad de aire uniforme y con ello una temperatura percibida muy uniforme.
Las chimeneas para salida de aire situadas en el tejado permiten, en primer lugar, una clara separación espacial del aire de entrada y salida, lo que implica ventajas higiénicas. Además, se reduce drásticamente la influencia del viento. Si se utilizan chimeneas con válvula de mariposa motorizada, incluso sería posible una apertura de emergencia controlada por la temperatura, en caso de corte de corriente. Esto aseguraría la supervivencia de los animales.
Hay momentos en los que la ventilación lateral no sería el sistema más adecuado. Cuando las temperaturas ascienden significativamente por encima de la temperatura de confort, entonces el efecto de refresco en la nave ya es insuficiente. Los animales empiezan a jadear y a beber agua repetidamente, el consumo de alimento se reduce y, por ejemplo, las gallinas ponedoras ponen menos huevos y más pequeños.
La ventilación combi-túnel consiste en una combinación inteligente de los sistemas de ventilación túnel y lateral. Así es posible cubrir un amplio tramo de temperaturas. Con ello, la ventilación combi-túnel es un sistema ideal para todas las zonas climáticas y da lugar a animales sanos y vitales – sin pérdidas en sus capacidades. Para el ganadero, esto implica ventajas económicas decisivas, como una buena conversión alimenticia y menor mortalidad.
Suponiendo que en la nave se hayan montado todos los elementos descritos hasta ahora, faltaría solo un componente importante: el ordenador climático. Sin un moderno controlador, los mejores componentes de inserción y extracción de aire no sirven para nada.
Requisito para ello son, además, los correspondientes sensores, aptos para naves, que se ocupan de la medición precisa de importantes parámetros, como son la temperatura interior y exterior, la humedad interior y exterior, la presión de aire en la nave y el contenido en CO2 y NH3. Un moderno ordenador climático debería dominar la regulación PID, o sea, el mantenimiento exacto de la temperatura deseada en la nave. También debería poder cambiar entre un modo de ventilación y el otro de forma fluida y automática, teniendo en cuenta los criterios que el productor ha establecido con anterioridad.
Si, por ejemplo, valora que yacija o estiércol estén secos, ventilará el máximo tiempo posible en modo lateral. Además debería ser posible configurar personalmente la pantalla, según lo desee, tanto en modo túnel como en modo lateral. Los requisitos pueden ser diferentes según el tipo de animales.
Los conocimientos técnicos actuales permiten una representación rápida y clara de todos los valores climáticos en una gran pantalla táctil y a color. Y encima, el ordenador climático también es, entretanto, ordenador de producción, de manera que el ganadero recibe, además, informaciones del consumo de pienso y agua y otros muchos datos de producción.
Si el ganadero tiene como meta evitar el estrés térmico y utilizar eficientemente el calor de los animales, entonces vale la pena la adquisición de un sistema de ventilación combinado. La ventilación combi-túnel también puede ser el sistema preciso, teniendo en cuenta el progreso del cambio climático, para ofrecer a los animales condiciones óptimas de alojamiento y con ello conseguir los requisitos para una producción segura.
