Tener el agua en perfectas condiciones de higiene es fundamental para el manejo de las aves de engorde: el personal de campo coincide en que una mayor limpieza en el agua de los bebederos aumenta el rendimiento de las aves de manera cuantificable e influye positivamente en su estado de salud. Por tanto, la reducción del biofilm debe ser un tema principal.
Biofilm
El agua de manantial utilizada con frecuencia en la cría de animales contiene materia en suspensión orgánica e inorgánica, así como una parte de la microflora presente de manera natural en el suelo. Así, los avicultores se enfrentan a una mezcla de diferentes algas, levaduras, hongos, bacterias y otros microorganismos. Otra fuente de contaminación por gérmenes la constituye la entrada de microorganismos a través del contacto del animal con la tetina del bebedero.
Los microorganismos se adhieren en pocos minutos a superficies que se encuentran en el agua. Los productos del metabolismo de los microbios se secretan en el área extracelular y permiten la creación de una estructura tridimensional. Se liberan microorganismos que se fijan en otro lugar. Este proceso se repite infinitamente y provoca que los microorganismos se propaguen por el tubo de agua (fig. 1).
La manguera de PVC como factor de riesgo
En una nave de engorde, hay que vencer de tres a seis metros de diferencia de altura entre el tubo de agua de conducción central en el techo y las líneas de bebederos próximas al suelo. Por tanto, los ajustes de altura durante el engorde y los periodos de servicio solo se pueden realizar mediante trozos de tubo flexibles. En relación con el abastecimiento de agua total, esto corresponde aproximadamente al tres o cuatro por ciento de la longitud total del sistema.
De manera estándar se utiliza una manguera tejida de policloruro de vinilo (PVC) con superficie interior plastificada, como se conoce de los jardines privados. La elección resulta obvia, dado que todos los componentes en la conducción del agua, desde la unidad de conexión de agua hasta la tetina del bebedero, están elaborados con este material. Pero: el PVC no es siempre igual. El PVC-U (PVC rígido) utilizado en los distintos componentes se diferencia fundamentalmente de la manguera de PVC-P (PVC blando) por razones de higiene.
Las mangueras de PVC se suelen utilizar por ser resistentes frente a ácidos, soluciones alcalinas y numerosos productos químicos.
Los microbios destruyen las mangueras de PVC
En efecto, con el tiempo se descoloran, se endurecen y la superficie se hace quebradiza. Las causas se deben a la luz ultravioleta, así como a las variaciones de temperatura, presión y aire-agua, además de los microbios.
Los daños se observan primeramente en los cambios de color de la superficie. Se forman pequeñas grietas por las que los microbios penetran aún más en el material. Los resultados visibles son pérdida de dureza y fragilidad, por lo que a menudo las mangueras son inservibles ya en poco tiempo según la carga.
Las razones son evidentes: Las mangueras se sitúan directamente delante de las líneas de bebederos y se encuentran permanentemente en la zona cálida próxima a los animales. Esto favorece la contaminación por microbios en ambas direcciones: los gérmenes que potencialmente entran a través de la tetina del bebedero tienen un trayecto corto en dirección contraria a la del flujo. Los gérmenes incorporados en la dirección del flujo se multiplican directamente delante de la línea de bebederos y tienen un trayecto corto hasta el pico del pollo.
Las mangueras apenas representan aproximadamente el cuatro por ciento de la longitud total del sistema en el suministro de agua convencional de una nave de pollos de engorde. No obstante, no se llega a valorar lo suficiente su influencia en la higiene.
PUR como alternativa
El poliuretano (PUR) representa una alternativa: el plástico soporta las influencias del tiempo y se caracteriza por su resistencia química. Además, las mangueras de PUR poseen una alta flexibilidad.
Otras ventajas:
- estructura de superficie lisa;
- resistencia extremadamente alta frente a microbios;
- no hay fuga de las sustancias nocivas (confirmado mediante certificado según el Reglamento (UE) n.° 10/2011).
Prueba a largo plazo
¿PVC o PUR? Una granja de pollos de engorde de Baja Sajonia quiso responder a la pregunta. El desencadenante fue una fecha de servicio a finales del verano de 2016 en la que se tuvo que cambiar una parte de las mangueras de PVC. Motivo: fatiga del material. Desde el punto de vista del granjero, el cambio se produjo demasiado pronto. Por esta razón decidió probar una manguera en espiral de PUR en las condiciones reales (fig. 2).
Dos años y medio después del montaje (febrero de 2019) se abrieron los tubos el día 14° de un lote en curso en el acoplador del reductor de presión. Se retiró una parte para inspeccionar su interior.
Resultado (fig. 3): El color gris más pálido de la manguera de PVC indica la agresión y la modificación de la estructura de la superficie. La manguera de PUR solo presenta una capa de biofilm fina apenas visible.
Al examinar a través del microscopio (fig. 4) se conforma la sospecha: la manguera de PVC presenta numerosas grietas microscópicas. Una limpieza y desinfección en profundidad resultan prácticamente imposibles con esta estructura de superficie. Las grietas ofrecen a los microbios un hábitat protegido perfecto libre de movimientos del agua.
Por el contrario, en la manguera en espiral de PUR (fig. 5) no se presentan modificaciones en la estructura de la superficie. Incluso tras una retirada minuciosa de los residuos de biofilm, no se reconocen ni grietas microscópicas ni otras modificaciones. Por tanto, la manguera en espiral de PUR ofrece una superficie menos propensa a la adhesión de biofilm.
Conclusiones
Unos conceptos de higiene aplicados de manera consecuente mejoran notablemente la calidad del agua. Por consiguiente, en caso de haber problemas se recomienda comprobar las mangueras siguiendo el lema «pequeña causa, gran efecto»: Los componentes que en un principio pasan inadvertidos pueden desempeñar un papel considerable.
Autor:
Timo Rothstein, Big Dutchman