A partir de ahora, Big Dutchman comercializará un sensor novedoso y premiado de la empresa Dräger: Con el DOL 53, por primera vez los granjeros pueden medir y monitorizar continuamente la concentración de amoníaco en sus naves avícolas. Los datos permiten una adaptación óptima del ambiente en la nave, de la retirada del estiércol y de la gestión de la alimentación. El resultado es satisfactorio: Con una gestión específica, el contenido de amoníaco en el aire se puede reducir de forma significativa. Ello permite la prevención temprana de consecuencias negativas en la salud animal, como son las enfermedades respiratorias o infecciones en la almohadilla plantar.
«Por lo tanto, los animales son más sanos, aprovechan mejor su pienso, y los grupos son claramente más uniformes. Para nuestros clientes, se refleja en un resultado más positivo de la explotación, y al mismo tiempo aumenta el bienestar animal en la nave.» Así es como el jefe de producto de Big Dutchman, Heinz Südkamp, explica las ventajas de la medición continua del NH3.
Monitorizar continuamente el ambiente en la nave
Una novedad es la construcción robusta del DOL 53. Hasta ahora, la medición continua de las emisiones de NH3 en la nave era bastante problemática: La humedad del aire, el polvo y sobre todo el amoníaco, un gas nocivo y agresivo, deterioraban los sensores disponibles en el mercado en poco tiempo, tanto que incluso ya no daban valores de medición útiles en la práctica. El nuevo sensor de medición es otro cantar: Como se ha mostrado en estudios a largo plazo en el laboratorio y en granjas, el dispositivo innovador no se ve afectado en absoluto por las variaciones de temperatura o de humedad o por otros gases como metano o CO2.
El DOL 53 se puede instalar fácilmente en la nave y acoplar al control de clima. Basado en la medición y transmisión continua y muy exacta de los datos, el sistema se encuentra informado en cada momento de la concentración de amoníaco en el aire y los granjeros pueden adaptar la ventilación a cada situación.
Excelente: El sensor ayuda en la identificación concreta de posibilidades para una reducción efectiva. «Los productores de aves pueden influir directamente en el origen, por ejemplo, modificando los intervalos de retirada de estiércol», indica Südkamp. Unas medidas como extraer los excrementos una vez más por semana de la nave de ponedoras o optimizar la gestión de yacija en el engorde de aves, pueden reducir claramente el contenido de NH3 en el aire de la nave. Otro campo de aplicación para el sensor DOL 53 en el manejo de aves es el secado de estiércol – tanto en la nave como en un túnel de secado de estiércol anexo.
Ajuste a través de la alimentación
«El pienso equivocado huele peor.» Con este comentario, el jefe de producto indica otra causa para concentraciones más altas de amoníaco. Es que la alimentación de pienso con alto contenido proteico en el manejo de aves causa la excreción de más amoníaco.
La buena noticia: Una reducción de tan solo un 2 % de proteína en el pienso puede conseguir una reducción de las emisiones de NH3 en un 24 %. Así lo dice la conocida revista especializada Poultry World en su edición online del 1 de agosto 2016. Recetas de pienso, dosificación de cantidades o pienso más molido – los granjeros que se fijan en las emisiones de amoníaco causadas por el pienso tienen varias posibilidades de ajuste.