Para los pollos de Dirk Bockhorst, la mañana empieza con calma. Igual que durante el amanecer natural, para los animales en las naves en la población Emstek en Baja Sajonia, Alemania, la luz se enciende gradualmente. Poco a poco, la nave se llena con un cacareo contento. Al cabo de media hora, las naves quedan iluminadas con una luz cálida. La luz no es la de bombillas tradicionales de 40 vatios, sino la de bombillas LED de alta calidad. La tecnología incluye un atenuador de alta calidad que previene el estrés en los animales y no interfiere en el resto de la tecnología en la nave para engorde de pollos.
Hace casi un año que el granjero Bockhorst ha realizado el cambio. Quiso eliminar las viejas bombillas con su consumo elevado de electricidad, e introducir la tecnología LED de bajo consumo. Una bombilla vale más de 20 euros, pero la nueva tecnología es mucho más duradera y ahorra mucha energía. Al cabo de un año, Bockhorst ya ha amortizado su inversión. Ha gastado 4000 euros para las nuevas bombillas. Pero hasta la fecha, afirma haber ahorrado prácticamente el mismo importe en gastos de electricidad. A partir de ahora, ahorrará 4000 euros al año - sin contar los aumentos del coste energético.
Nueva tecnología LED para el engorde de pollos
El cambio fue mucho menos complicado de lo previsto por Bockhorst. "Yo mismo he cambiado todas las bombillas", explica el productor de 42 años. Es que en las roscas estándar de la iluminación de la nave, también caben las bombillas LED de alta calidad. Big Dutchman le ayudó con la instalación de la pieza clave de la nueva instalación.
Esta pieza clave es el atenuador. Sin él, todo el sistema no podría funcionar. Sin él, el agricultor ahorraría mucho menos dinero en su nave avícola. El módulo se encuentra en la antesala de cada nave y está conectado con el ordenador de la nave. El ordenador controla el atenuador y da instrucciones para los horarios y la intensidad de la luz.
Big Dutchman vende la tecnología LED sólo en conjunto con el atenuador, desarrollado en su sede en Calveslage. Al contrario de otros dispositivos más sencillos, el atenuador de Big Dutchman no causa centelleo, con lo que los animales quedan muy tranquilos, según explica el jefe de producto Nils Neugebauer. Su equipo ha trabajado durante mucho tiempo en el desarrollo para asegurar que el dispositivo no haga saltar fusibles por error o cause fallos del ordenador - un problema corriente con atenuadores convencionales.
Engorde de pollos sin estrés
Además, el atenuador de Big Dutchman tiene otra característica única: Se puede regular sin intervalos y bajar hasta 0 por ciento. Este hecho por sí solo ya ofrece más potencial de ahorro en la nave avícola. La mayoría de los demás atenuadores, ya desconectan a partir del 20 o 30 por ciento, explica Neugebauer. Eso puede causar estrés entre los animales. Este estrés es desconocido para los pollos de Dirk Bockhorst. Después del cambio, los animales se encuentran igual de bien que antes.